¡La ardiente hoja funde el hielo!,
destierra Claudia en verso,
¡Desgarre la aflicción en el tibio acero! ,
gorgorea palpitante Teresa las injurias...
presumen habladurías en desdichas,
más ahora sierpes son de compañía.
Ja ja ja ja (Reía )
Enredaderas trepas ven se... ¡Cuán eran divas!
Insinuaba Miruello en su fino mentón,
¡De otros tiempos fueron flor!
cesan ahora morteruelos en sus labios ya al sol,
mientras de veneno riegues tu cuerpo...
no fragua lecho, ni pasión, ni al arduo jovenzuelo.
Despojadas florecidas más no anhelan ser,
¡Deshonra son los hombres!... braman ellas
¿Qué despiertan?... ¡Sus manos tacto en piedra son!,
¡Cuerpo inerte solo es! ¿Y la pasión?... de penas las verbenas suelo ver!
Al igual Miruello que al oro falso
inocencia cegada fui para caso,
brío rubí era en llama de sus ojos...
celestial canto el grajo a las mañanas traía
en días fríos de mi pecho retumbando,
.
Jubila sangre que hoy en polvo anega
sois almas de ardua sombra en condena,
¡Llenad de jazmín las blancas sabanas!,
pintar la dulce boca como miel en lengua
provocar la voz que al hombre calla,
entonces...,volveréis en mujeres de plumas y alas.
¡Cesa!, ya no hay papel
siquiera títeres de hilo,
¡Oh!, las voces que no tengo...
solo calle quien no sepa
que al amor como al tiempo,
hay que hacerlo bueno...
¡Pues sino volar se deja!.
francisco javier moledo fernandez
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