Viviré siempre en esta cárcel de barrotes de sal que azotan las mareas
Donde el viento no da tregua
Donde cuelgan penas y de arrugas tiempo


Viviré en ella esta es ya mi casa, donde el eco de mi cuerpo da cruel mi constancia
Donde pongo la espalda y se infecta la esperanza
Donde escarcha el corazón y petrifica el sentimiento

Viviré en ella ya que no hay quien castigue menos mi derrota
Allí soy poeta
Pues la poesía es el don de los que no saben vivir
Y que don absurdo el mío que ha encerrado mi vida y perpetua mi soledad

Viviré en ella porque he nacido aquí
Pero en mi muerte no regresare jamás